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“Estábamos reclamando pacíficamente por la fuentes de trabajo y contra el juez Carzoglio, que dictaminó el desalojo de los trabajadores, cuando empezaron a tirarnos balas de goma y gases lacrimógenos”, señalaron desde SOC. “Le pegaron a todo el mundo; al que pasaba le pegaban por las dudas”.
Los hechos de violencia comenzaron cuando los manifestantes protestaban del otro lado de un vallado en la puerta del edificio. Comenzaron los canticos cuando ingresaron a la dependencia un grupo de delegados gremiales quienes buscaron mantener un encuentro con el letrado. Fue así que, según señalaron a LA TERCERA, “la policía empezó a disparar”.
“En un momento nos reunimos en la puerta y comenzamos a cantar. No hubo desmanes ni nada. Una vez que entran los compañeros, la policía empezó a tirar gases y balas de gomas contra los trabajadores. No hubo aviso ni nada. Buscaban desalojarnos”, dijeron a este medio.
A causa de los disparos de bala, dos obreros recibieron heridas en la cabeza por lo que debieron ser hospitalizados. Uno de ellos, Rubén Calamar, continuaba internado en el hospital Fiorito.
En tanto, el delegado de los trabajadores de la curtiembre Becas, Jorge Loto, responsabilizó al juez que “no quiere escuchar a los trabajadores pese a que sabe que el dueño de la curtiembre ingresó tres veces en la planta y les pegó y amenazó de muerte a los empleados”, lo cual “fue denunciado”.
“Lo único que queremos es que nos paguen los sueldos, aguinaldos y vacaciones atrasadas; no es que pedimos un aumento ni quedarnos con la fábrica. Hay empleados a punto de jubilarse y les faltan aportes. Ya pedimos audiencias en el Ministerio de Trabajo, pero el dueño nunca ha presentado un proyecto para pagarnos”, apuntó Loto.
De acuerdo a lo informado, la convocatoria de ayer a la mañana había sido resuelta en torno al gremio SOC, cuyos afiliados determinaron una jornada de protesta de la que fueron parte referentes tanto de Avellaneda como de Lanús. Tras la movilización, los trabajadores regresaron a la planta de la curtiembre para continuar con la medida de fuerza y evitar su vaciamiento, en tanto que se acordó una audiencia con el ministro de Trabajo de la provincia de Buenos Aires, Oscar Cuartango.
Hace un mes murió un obrero
El conflicto se desata en la Curtiembre Becas donde se señala a su dueño, Néstor “Pocho” Castro, “de llevar adelante una acción sistemática de vaciamiento de la empresa”. Es por esto que desde hace poco más de tres meses los más de 50 empleados de Becas buscan ocupar la planta para no perder su fuente de trabajo.
Las señales se dieron cuando los trabajadores fueron sufriendo en primera instancia recortes en sus sueldos para finalmente encontrarse ante la ausencia de los sueldos, generando a su vez una deuda grande por parte de la empresa ante la obra social y por la cuota sindical.
Esta es una industria histórica de la zona de Sarandí, cuyos empleados tienen un promedio de antigüedad de 30 años trabajando en la empresa.
Tal como señalaron desde el Partido Obrero a este medio, Becas “no ha sido ajena al derrumbe de la industria curtiembrera” acaecida en el año 2000. La planta avellanedense devino posteriormente en un cambio de administración y una nueva gerencia que es señalada por el gremio por “vaciamiento” y de “desvío de fondos y subsidios” que entrega el Estado al sector desde el 2002 “hacia negocios personales”.
Mientras tanto, las nefastas condiciones de seguridad e higiene y el deterioro edilicio han llevado a cobrarse la vida de un trabajador, Walter Correa, a causa de la caída de la baranda de una escalera en la misma planta hace casi dos meses. Fue en ese instante que los compañeros del obrero fallecido se declararon en “estado de alerta y movilización por tiempo indeterminado”, para reclamar el mejoramiento de las condiciones de seguridad en la planta.
“"Hace tres meses que estamos con esta medida de cuidar la fábrica de un posible vaciamiento, no es una toma. Hemos visto cómo se ha ido desmantelando la curtiembre, no hay mercadería adentro”, dijeron los trabajadores.
Hablan de intencionalidad política
Instantes después de la represión existió un fuerte rumor entre los trabajadores que hacía referencia a cierta “intencionalidad política” que pondría en el centro de la escena a la interna peronista que mantiene el ex intendente y senador bonaerense Baldomero “Cacho” Álvarez de Olivera y al intendente Jorge Ferraresi. Justamente, el delegado Jorge Loto confirmó los rumores que hablaban de “connivencia” entre el dueño de la empresa “Pocho” Castro, el juez Carzogglio, y “Cacho” Álvarez. En ese marco, señalaron que Alvarez, quien hoy forma parte del Frente Renovador que lidera Sergio Massa, busca que “se generen conflictos y disturbios para mostrar que Ferraresi actúa contra los trabajadores, cuando es todo lo contrario”.
